La Deriva Continental se refiere a la hipótesis propuesta por el meteorólogo alemán Alfred Wegener y publicada en 1912 en su obra “The Origin of Continents and Oceans”, donde plantea que hace unos 200 millones de años todas las masas de la Tierra estaban unidas en un sólo supercontinente que llamó Pangea (toda la tierra) rodeado de un enorme océano global que llamó Panthalassa (todos los mares).
Este planteamiento fue inicialmente descartado por la mayoría de sus compañeros, ya que su teoría carecía de un mecanismo para explicar la deriva de los continentes. En su tesis original, propuso que los continentes formados por la corteza más ligera, resbalaban o se deslizaban sobre el manto más denso (de la misma forma en que uno desplaza una alfombra sobre el piso de una habitación). Sin embargo, la enorme fuerza de fricción implicada motivó el rechazo de la explicación de Wegener.
Wegener reunió en su tesis original pruebas convincentes de que los continentes se hallaban en continuo movimiento. Las más importantes son las siguientes:
3.1.1.- Pruebas geográficas
Se basan en la forma de los continentes, que permite encajarlos como las piezas de un rompecabezas.
Wegener sospechó que los continentes podrían haber estado unidos en tiempos pasados al observar una gran coincidencia entre la forma de las costas de los continentes, especialmente entre Sudamérica y África.
3.1.2.- Pruebas geológicas
Se basan en la semejanza de secuencias de rocas y cadenas montañosas así como la cronología de las mismas en diferentes continentes actuales.
Por ejemplo, existen cadenas montañosas a ambos lados del Atlántico formadas por el mismo tipo de rocas y que presentan edades similares, hecho que indica que en algún momento estas formaciones geológicas debieron de estar unidas.
3.1.3.- Pruebas climáticas
La expansión de los casquetes polares durante las glaciaciones deja huellas en el registro geológico como son los depósitos de material acarreado por el hielo (morrenas) y marcas de abrasión en rocas que estuvieron en contacto con las masas de hielo durante su desplazamiento.
Ambos tipos de evidencia, de un evento glacial que sucedió hace 280 millones de años, han sido encontrados en Sudamérica, África, India, Australia y Antártida. En las reconstrucciones de Pangea, las áreas afectadas por la glaciación son contiguas a pesar de ocupar lo que hoy en día son distintos continentes.
3.1.4.- Pruebas paleontológicas
Alfred Wegener también descubrió otro indicio sorprendente. En distintos continentes alejados mediante océanos, encontró fósiles de las mismas especies, es decir, que habitaron ambos lugares durante el periodo de su existencia.
Entre estos, se encontraban algunos organismos terrestres, como reptiles o plantas, incapaces de haber atravesado océanos, por lo que dedujo que, durante el periodo de vida de estas especies, esos continentes habían estado unidos.